14/03/2023
Foto por Santiago Torrado
El Consorcio Militar de Menorca se negó a permitir un homenaje al sindicalista catalán Salvador Seguí Rubinat en La Mola, lugar en el que permaneció encerrado en 1923. El acto en memoria del "Noi de Sucre" estaba previsto para la semana pasada, al cumplirse 100 años del encarcelamiento del sindicalista y de su posterior muerte, sucedida pocos después.
El rechazo vino primero del Coronel Víctor Herrero, jefe del Consorcio Militar y luego fue ratificada por Fernando Luis Gracia Herréiz, comandante general de las Baleares. Herrero argumentó que el pretendido homenaje, impulsado por la CGT, atentaba contra el objeto con el cual el castillo de La Mola fue cedido por el ministerio de Defensa: "la promoción del conocimiento y la cultura, especialmente militar".
Por su parte García Herréiz omitió referirse a la "promoción del conocimiento y la cultura" y subrayó la presunta "neutralidad política" del Ejército como argumento central para prohibir el acto. Desde la CGT señalaron que "la neutralidad política del Ejército no lo libera del cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. Una Ley que toma como referencia las luchas individuales y colectivas en defensa de las libertades y la democracia en España".
La Mola era el Alcatraz del régimen. Una prisión-fortaleza, donde sólo iban a parar disidentes políticos. Independentistas –generalmente cubanos o filipinos–, militares díscolos, republicanos y, por supuesto, socialistas, comunistas y libertarios. Luego, La Mola sirvió para encerrar a franquistas y simpatizantes del golpe de Estado, una circunstancia que se mantuvo hasta 1939, cuando Menorca se rindió ante la sublevación militar.
“El de La Mola fue su encarcelamiento más duro. Salvador Seguí fue el primero en entrar y el último en salir hace hoy 100 años. Sabemos que los trabajadores menorquines, especialmente los vinculados al anarquista mahonés Joan Mir i Mir y a la Federación Obrera de Menorca, se organizaron para acercarle comida, abrigo, lectura, para pedirle consejo. Incluso la guardia de los calabozos fue relajando las tensiones. Salvador era un hombre pacífico y de una enorme vocación pedagógica y transformadora”, señala Cortavitarte, quien además de presidir la fundación, está organizando una exposición sobre la vida y obra del Noi del Sucre y la publicación de un libro para principios del año próximo, en el marco del aniversario de su asesinato.
Antes de regresar a Barcelona, el Noi del Sucre dio un discurso en Menorca para todos aquellos que habían socorrido su encierro, muchos de los cuales aprendieron a leer y escribir con él, que aprovechó las pocas instancias de visita para alfabetizar a quien lo necesitara. El Teatro Principal de Maó acogió aquella conferencia, no de la solemnidad de un acto político, sino con el calor del hermanamiento entre trabajadores. Menos de un año después de su regreso a Catalunya, Salvador Seguí fue asesinado a tiros por pistoleros a sueldo de la patronal.