02/03/2023
El artista ciutadellenc Cristòfol Pons, más conocido como "Quitolomalo" inauguró recientemente una nueva exposición. Con más diez muestras realizadas a lo largo de toda Europa, el artista renueva su propuesta estética con una consigna disruptiva, revolucionaria y de vocación insurreccional. Una mirada crítica del capitalismo tardío que navega entre la filosofía contemporánea y el activismo artístico. Revista Posidònia dialogó con él.
Esta expo se llama "Necesariamente tiene que ser una utopia" y está en la Galería Kaplan Project de Palma. Digamos que la temática está atravesada por la idea del filósofo surcoreano Byung Chul Han señala que en la etapa actual del capitalismo tardío, "la crítica al capitalismo está totalmente permitida, pero la oposición al sistema está totalmente desactivada".
El trasfondo de esta exposición intenta hacer una reflexión entorno a las prácticas de oposición al sistema, buscando llegar a la conclusión de que las prácticas revolucionarias e insurreccionales son las únicas herramientas viables para cambiar algo. El sistema capitalista es tan colosal y monstruoso que no puede cambiarse nada desde dentro, es necesario oponerse desde fuera del mismo. Esa es la única forma de oposición real. Esa es la columna vertebral de esta Expo.
He tomado como eje temático la idea de las revoluciones y revueltas insurreccionales reales que se han dado a lo largo de la historia. Usé imágenes de procesos históricos revolucionarios con el objetivo de trasladarlos, de catapultarlos hacia la actualidad. He tomado, por ejemplo, una foto simbólica de la guerra civil española protagonizada por mujeres milicianas y la he trasladado a la actualidad enmarcándola en un contexto actual con ropas actuales y enfrentada a los poderes actuales, por ejemplo el Fondo Monetario Internacional, el Banco de España, el Tribunal Supremo...etc
La idea es enaltecer el carácter insurreccional de los procesos revolucionarios desde una mirada reflexiva. Quiero utilizar el arte para abonar el camino hacia conclusiones críticas.
"Creo que el arte no es una herramienta de confrontación con el sistema porque está totalmente absorbido, pero sí es una herramienta de reflexión"
Normalmente trabajo con acrlílicos y para finalizar suelo usar óleos sobre lienzo. Son herramientas que me gustan, pinto por que me gusta. Creo que el gusto, el deseo, el disfrute es algo fundamental en todo, no sólo en la pintura o el arte sino en la vida. También me interesan otros lenguajes fuera de la pintura, disfruto mucho de las instalaciones, de las performances aunque no las practico.
La proliferación de galerías y coleccionistas de alto standing son un fenómeno global. La tendencia al crecimiento y mercantilización superlativa del arte en la etapa de la decadencia capitalista es parte del mismo proceso de acumulación de riqueza cada vez más concentrada. El mercado del arte va tendencialmente a engordar el capital de clientes con perfiles cada vez más exclusivos.
Más allá de la lógica global de esta tendencia, en Menorca este fenómeno también tiene su expresión, lo que redunda en más turistificación de territorios, gentrificación y un aumento de la desigualdad social. Ahí el mercado de arte local aparece como otra herramienta, como otra dimensión de esa desigualdad y elitismo que hay en la isla. Mientras las instituciones sigan comprando el discurso de que sólo el turismo es el único horizonte posible esto seguirá así y cada vez peor.
Yo creo que el arte debería tener un espacio de colectividad que no está teniendo para nada. No debería ser solamente conseguir hitos personales para catapultar nuestras carreras sino una herramienta de comunicación entre nosotros. El discurso de que el arte es imprescindible para la vida se lo han creído las clases dominantes, pero no la inmensa mayoría de las trabajadores y trabajadores y quienes están excluídos de acceder al arte. Entonces los artistas vamos a mendigar a las clases dirigentes.
A veces los artistas también caemos en una posición pedante. Esta grandilocuencia del arte y de los artista es un relato comprado y fomentado por las clases dirigentes. Además, estas macro estructuras económicas nos han hecho creer que el éxito del mercado condiciona la calidad de nuestro arte y, por tanto, de nosotras como artistas. Esto es lo que estamos comprando y me parece una estupidez. El arte no es eso, es otra cosa. Eso es capitalismo
Entrevista a per Redacció Posidònia